jueves, 1 de mayo de 2014

¿ALIANZA HISPANO-RUSA?



Por Antonio Moreno Ruiz


Si bien siglos atrás Rusia había sido para los españoles terra incognita, allá por el siglo XIX se dio la hipótesis de una alianza entre las Españas y las Rusias, de lo cual se hizo eco el escritor canario Benito Pérez Galdós en sus Episodios Nacionales. Situémonos en los duros comienzos del siglo XIX: España es invadida por la Francia Revolucionaria. Comienza una durísima Guerra de la Independencia, donde los liberales, aun dizque patriotas, conspiraban en minoría, queriendo el poder a toda costa frente a un pueblo que en sus banderas ponía “Religión, Rey y Patria”, rechazando las ideas revolucionarias. Pero a ellos les daba igual que su pueblo, al cual insultaban y menospreciaban, creyéndose la más alta e iluminada de las élites, se desangrase contra la ocupación militar napoleónica. No es cuestión de detallar en este artículo lo costosa que fue aquella guerra tan heroica como justa; empero, sí hemos de fijarnos en el caos de antes y después. Y ya estando en el trono Fernando VII, nos encontramos con un país extenuado, y con unos políticos ávidos y sin escrúpulos en inmensa mayoría, que entraman palaciegas conspiraciones, que miran con contento y hasta azuzan las revueltas secesionistas en América y que están dispuestos a vender a su madre con tal de obtener el poder.

En esta dura encrucijada, Fernando VII tiene un ministro que se llama Antonio Ugarte. Un tipo que parece habilidoso y leal, y que escudriña por todos los rincones de la Villa y Corte y hasta de la política exterior. Antonio Ugarte va obteniendo muy buenos contactos. Uno de ellos es Tatischev, el embajador ruso en España. Había una pequeña comunidad rusa en Madrid que llegó a tener su propia iglesia, siendo que dos siglos después, parece verse este mismo cuadro, asimismo extendido por otras partes de España. Tatischev parece un tipo muy habilidoso, hábil en la conversación, ágil de pensamiento. La situación americana es desesperante, y la postura rusa parece ser de apoyo a España. Muchos de los militares que supuestamente debieran ser realistas, no hacen más que meter la pata, y parece que intencionadamente. No es casualidad que luego, Morillo, Espartero o Rodil fueran adalides del liberalismo, así como Maroto de la traición. Morillo llega a Venezuela y liberta al criminal genocida Arismendi y no tiene empacho en abrazarse con Bolívar, demostrando así su hermandad en la masonería. Toda la obra del Taita Boves y los temibles llaneros (1), el mejor ejército de América, quedó sepultada por la politiquería traicionera. En el otro bando, José de San Martín, nacido en Yapeyú y con más de veinte años de servicio en el ejército español, se licencia tras la batalla de La Albuera, acude a Inglaterra y traiciona a su patria alimentando la secesión con la oficialidad británica, la misma que estuvo intoxicando durante años en España cuando supuestamente nos ayudaba contra Napoleón. Con ellos se introducirá hasta en el muy realista Perú, acabando con su estabilidad política y económica. En la Península, Riego no para de conspirar, hasta que consigue detener por la vía golpista la ayuda militar para las Indias; tanto así que Alan García, expresidente de la república peruana, llega a decir en su obra Pizarro, el rey de la baraja, que es el auténtico héroe de la independencia americana (2) … Fernando VII no sabe ya que hacer ni su intelecto da tampoco para mucho más. Y es entonces cuando Ugarte comienza a sugerirle lo siguiente: La alianza con Rusia.

¿Una alianza con Rusia? Rusia está muy lejos.... No, no está tan lejos. Los rusos habían expandido la Beringia y ya estaban más que enfrascados en el Pacífico. Alaska no era una tierra precisamente fértil o “amable“, y ya habían ido desde los dieciochescos años buques españoles para contener cualquier intento expansionista. La frontera parecía movidita hasta no hace mucho. Los rusos se aproximaban cada vez más hacia la América del Norte. Y Rusia, si bien con muchos frentes, parecía consolidarse como gran potencia, desde su acercamiento a la Europa Central hasta los confines más lejanos del Asia. En Rusia estaba la clave. A Rusia le convenía tener como aliada a una monarquía cristiana con tanto bagaje histórico y aún con poder territorial. Y a España le convenía tener una potencia fuerte como amiga. Ambas mantenían una muy incómoda posición en la Europa, con amplios reinados en tierras lejanas. Y ahora, con la Revolución en el poder expansivo, mucho más. La Guerra había sido costosa y parecía haberse restablecido la calma en Francia; pero en España, todo parecía irse de las manos. Ugarte al parecer quería algo claro: Casar al joven Borbón español con una princesa Romanov. Hubiera sido el mejor lazo que hubiera sellado la fraternidad de ambos pueblos, que siempre se habían destacado, entre otras cosas, por ser centinelas del Viejo Continente: Unos contra los moros, otros contra los mongoles, y los dos contra los turcos. Con todo, quien menos desearía esta alianza sería Estados Unidos, que se podrían echar a temblar nada más oír semejante idea. Una Santa Alianza podría recobrar a nivel potencial los ideales monárquicos, tan arraigados en el pueblo hispanoamericano.

Ugarte buscaba cómo poder salvar los muebles y acrecentar su poder. Y Fernando VII divagaba. No le parecía mala la idea de alianza, pero eso del matrimonio....No, eso era demasiada responsabilidad, y la alta responsabilidad no se había hecho para él. Estaba acostumbrado a sacudir los problemas como quien se sacude las moscas. Sí, se comprarían los buques, se confiaría en el tal Tatischev. Había que confiar en una Rusia capaz de liderar una Santa Alianza. Y había que sofocar las revueltas americanas. América podía aportar ingresos y seguridad a una España extenuada. Los independentistas serían fácilmente aniquilados....Esos buques vendrían a ser providenciales. Pero claro, no se contaba con la traición de Riego, y como la secesión de los virreinatos estaba pactada entre las oligarquías criollo-mestizas, los revolucionarios españoles y el imperialismo británico…

Y bueno: Los buques rusos resultaron ser un desastre. Tatischev engañó a propios y extraños como a chinos, con el compadreo de más de un sinvergüenza ruso, al parecer, a espaldas del Zar. Ugarte quedó desacreditado. Y Fernando VII buscó esconder el ridículo a toda costa. América ya estaba entregada. Pronto, se la repartirían seguramente entre ingleses y franceses, y lo más que se podía hacer era salvar Cuba y Puerto Rico (abrumadoramente realistas), manteniendo, asimismo, las Filipinas.

Los buques tuvieron que ser tirados, no servían ni para chatarra. Y el gran vencedor de Napoleón, el mítico Alejandro I de todas las Rusias, sin enterarse.... ¿ Incidente diplomático ? No. Bajada de Tatischev y Ugarte y poco más.

Los rusos seguirían merodeando por las norteñas Américas, pero acabarían vendiendo Alaska a los angloamericanos, al igual que España hizo lo propio con la Florida.

En la Santa Alianza, el sano liderazgo de Alejandro I o de los austrohúngaros acabaría siendo malmetido entre la intromisión de otros, empezando por los hijos de la Gran Bretaña y los prusianos. El duque de Angulema entró en la Piel de Toro en loor de multitudes, con un pueblo que lo acogió como libertador frente al golpismo liberal; pero ya se había truncado una Santa Alianza “ menor “ que igual podría haber sido no ya interesante, sino vital para la política hispánica....

¿Cuándo veremos, nuevamente, una alianza hispano-rusa? Pues en un frente solo. Algunos pensarán que en el Frente Popular y la URSS…. No. Quiero decir: No se puede hablar de una alianza hispano-rusa ahí, porque ahí lo que hubo fue el entregamiento total de la oligarquía republicana a Stalin, y la gran mayoría del apartado soviético no era ruso. Como dijo Alexander Solzhenitsyn, quien apreciaba la lucha de España por el cristianismo frente al comunismo, y al que tan mal trataron democristianos y marxistas cuando vino a España en 1976 (3):

"Tienes que entender. Los dirigentes bolcheviques que tomaron Rusia no eran rusos. Ellos odiaban a los rusos. Ellos odiaban a los cristianos. Impulsado por el odio étnico torturaron y mataron a millones de rusos, sin una pizca de remordimiento humano...

Con sus manos manchadas de sangre, muchos de mis compatriotas sufrieron más horrendos crímenes que cualquier pueblo o nación alguna vez haya sufrido en la totalidad de la historia humana. No estoy exagerando. El bolchevismo ha llevado a cabo la mayor masacre humana de todos los tiempos. El hecho de que la mayor parte del mundo sea ignorante e indiferente sobre este enorme crimen es prueba de que la media mundial está en manos de sus autores."


Es por eso que sí que hubo una alianza hispano-rusa, pero a través del Ejército Blanco y el Requeté (4). Un poco antes, el barón de Wrangel se había ofrecido voluntario al general Primo de Rivera para combatir a Abd-El-Krim en el norte de África, mas no se llegó a consumar el proyecto. Sin embargo, en 1936, unos cuantos rusos blancos se presentaron voluntarios a través de la frontera francesa para luchar contra el comunismo. Preguntaron que quienes eran esos de las boinas rojas, que sonaba a comunismo, y les respondieron que de comunismo nada, que luchaban por Dios, la Patria y el Rey. Cuando vieron también el águila bicéfala, los rusos dijeron que se parecía tanto a su símbolo como a su lema, pues ellos habían luchado por la Fe, el Zar y la Patria, así que pidieron ser encuadrados en dicha organización y atrajeron a otros muchos compatriotas a compartir trinchera con las milicias carlistas, mientras que otros se integraron en la Legión. Y como recuerdo de aquella epopeya, se erigió no hace mucho la cruz en el Cerro del Contadero, en Guadalajara, una cruz rusa en un enclave de la España profunda y auténtica, bendecida por popes rusos; acaso el  cimiento de una alianza real y entrañable que un día debería ser reiterada. (5) 







(1) Sobre el Taita Boves, véase:


UNA VÍCTIMA DE LAS DE LAS "ETERNAS" CAMARILLAS QUE TRABAJAN CONTRA ESPAÑA



LA RAZA HISPANA Y SU CONCEPTO VIDA





(2) Véase:

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Resultados de búsquedaANTONIO MORENO RUIZ: MIS LECTURAS: "PIZARRO, EL .

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(3) Sobre dos aspectos diferentes de esta temática:

De Benet y Solzhenitsyn


RAIGAMBRE: EL BOLCHEVISMO NO FUE RUSO




(4) Véase:

Voluntarios Rusos Blancos en Tercios Requetés




(5) Sobre la cruz rusa en el Cerro del Contadero, véase:

Сruz conmemorativa « † Parroquia de Santa María ...



Sobre una propuesta de alianza con Rusia desde una perspectiva hispanista, véase:

24.1 - Revista La razón histórica

POEMAS (III)



MATARON A LOS ROMANOV

Cómo mataron al zar,
y a toda su familia,
indefensos en el secuestro,
ante el odio y la envidia.

Nicolás y Alejandra:
Olga, María, Tatiana,
y el desgraciado Alexis,
y Anastasia....

En un cuartucho introducidos,
para el consumo del horror,
la Santa Rusia desangrada,
¡Mataron a los Romanov!

Los mataron ante el miedo,
se acercaba el Ejército Blanco,
las balas, la sangre....
Teniéndolos engañados.

Hijos de la Revolución,
tan cobardes siempre,
ante los que están indefensos,
se hacen los valientes.

Los lacayos de Lenin,
el de germanos dineros,
herederos de la guillotina,
como en Francia hicieron.

¿Para qué la salvajada?
Para el hambre y el gulag,
casi un siglo de tiranía,
del Oriente a la Europa Central.

Los mataron en soledad,
ante la cruel indiferencia,
¿dónde estuvieron las grandes
y civilizadas potencias ?

El zar tuvo sus errores,
mas nadie merece esa muerte,
pobre familia imperial,
maldita la mala suerte,

Caminos de Siberia,
allá en Ekaterinburgo,
¡cómo mataron al zar,
acuchillando al pueblo ruso!

Hoy uno mi grito fiel,
al de la heroica Rusia Blanca,
y con los grandes atamanes grito:
¡Por la Fe, el Zar y la Patria!




Antonio Moreno Ruiz